Propiedad horizontal y mascotas: qué dice tu reglamento y cómo evitar problemas
En una propiedad horizontal, un sistema legal que define cómo se comparten y regulan los espacios en un edificio o complejo residencial. También conocido como copropiedad, es el marco que rige lo que puedes y no puedes hacer dentro de tu departamento, desde pintar las paredes hasta tener mascotas. Muchos creen que, como dueño de tu departamento, puedes hacer lo que quieras. Pero en realidad, tu derecho termina donde empieza el derecho de los demás. Y eso incluye a tus vecinos que no quieren oír ladrar a un perro a las 3 de la mañana, o que tienen alergias a los pelos de gato.
El reglamento de copropiedad, el documento legal que todos los propietarios firman al comprar su departamento, y que establece reglas obligatorias para todos los residentes es tu mejor aliado —o tu peor enemigo— cuando se trata de tener animales. Algunos reglamentos prohíben completamente las mascotas. Otros permiten solo animales pequeños, como gatos o perros bajo 10 kilos. Y hay casos en los que se exige autorización previa, vacunas al día, y hasta una fianza por posibles daños. No es una cuestión de capricho: es ley. Si ignoras estas reglas, puedes recibir multas, ser demandado por vecinos, o incluso perder el derecho a tener tu mascota en el edificio.
Lo más peligroso no es tener una mascota, sino no saber qué dice tu reglamento. Muchos compran un departamento sin leerlo, confiando en que "todos tienen perros, así que no habrá problema". Pero eso es como asumir que puedes correr en una pista de autos porque otros lo hacen. En 2024, en Argentina, hubo más de 1.200 reclamos por ruidos y alergias relacionadas con mascotas en edificios de propiedad horizontal. La mayoría de esos casos se hubieran evitado si el dueño hubiera leído el reglamento antes de firmar. No es solo sobre perros o gatos: también incluye aves, reptiles, roedores, e incluso peceras grandes que generan humedad y daños en los techos.
Si ya tienes una mascota y te acaban de decir que no puedes tenerla, no te desesperes. Muchos reglamentos se pueden modificar, pero requieren votación de la asamblea de propietarios. Si tienes el apoyo de al menos el 70% de los vecinos, puedes proponer una reforma. Pero si estás por comprar, no firmes nada sin pedir una copia del reglamento. Pídelo por escrito. Léelo con calma. Fíjate en los artículos que hablan de "uso de espacios comunes", "ruido", "animales domésticos" y "responsabilidades del propietario". Si no entiendes algo, consulta con un escribano. No te dejes llevar por el precio bajo o la ubicación perfecta si tu mascota va a estar en riesgo.
En este conjunto de artículos, encontrarás guías prácticas sobre cómo leer tu reglamento, qué cláusulas protegen tu derecho a tener mascotas, y cómo actuar si te enfrentas a una multa o una reclamación. También verás cómo otros vecinos lograron cambiar las normas, y qué errores cometió la gente que perdió su derecho a tener su perro en casa. No se trata de prohibir mascotas. Se trata de vivir en armonía. Y eso empieza con saber qué reglas rigen tu hogar.