Póliza responsabilidad civil: qué cubre, por qué la necesitas y qué evitar
póliza responsabilidad civil, un contrato que te protege si accidentalmente causas daños a otra persona o su propiedad. Also known as seguro de responsabilidad civil, es una de las coberturas más básicas pero más importantes que puedes tener, especialmente si vives en una ciudad como Buenos Aires, donde los accidentes cotidianos pueden convertirse en costosas demandas. No es solo para propietarios de viviendas: si alquilas, tienes una mascota, conduces, o incluso organizas eventos en tu barrio, esta póliza puede salvarte de una pérdida financiera enorme.
La cobertura civil, la parte clave de esta póliza que cubre daños a terceros por negligencia o accidente, incluye desde romper un vidrio en un edificio vecino hasta que tu perro muerda a alguien en el parque. Muchos no saben que, en Argentina, si tu hijo tira un objeto desde un balcón y lo pica a alguien, tú puedes ser legalmente responsable. Sin esta póliza, pagarías de tu bolsillo. Y no es raro que esas cuentas lleguen a cientos de miles de pesos. Algunas pólizas de contenido del hogar, que protegen tus bienes personales contra incendios, robos o inundaciones, ya incluyen esta cobertura, pero no todas. Si tu seguro de hogar no la menciona explícitamente, asume que no la tiene.
Lo que muchas personas confunden es que esta póliza no cubre daños intencionales, ni problemas de tu propiedad que no sean accidentales. Por ejemplo, si tu pileta se derrumba por falta de mantenimiento, no te cubre. Pero si un invitado se cae porque el piso estaba mojado y no había advertencia, sí. También es clave entender que no todas las pólizas son iguales: algunas tienen límites de cobertura tan bajos que no alcanzan para pagar un hospital. Busca al menos 100.000 dólares de cobertura, y revisa si incluye gastos legales. Muchos no lo saben, pero si te demandan, la póliza también paga tu abogado.
Y no es solo para casas. Si trabajas desde tu hogar, si das clases particulares, si tienes una pequeña empresa en tu barrio, o si alquilas tu departamento por Airbnb, necesitas una póliza que te proteja. En muchos casos, los contratos de alquiler exigen que el inquilino tenga esta cobertura. Si no la tienes, puedes perder el departamento. Y si no la tienes y ocurre algo grave, no hay fondo de emergencia, no hay ayuda del gobierno, solo una factura que puede arruinarte.
En los últimos años, los tribunales argentinos han aumentado las indemnizaciones por daños morales y físicos. Una simple caída en una escalera mal iluminada puede generar una sentencia de más de 5 millones de pesos. Eso no es una cifra hipotética: ya ocurrió. Y la persona que lo causó, sin seguro, tuvo que vender su auto, su televisor, hasta su mueble de sala para pagar. No es exageración: es realidad.
La buena noticia es que una buena póliza responsabilidad civil no cuesta una fortuna. En muchos casos, menos de 500 pesos al año. Pero lo que sí cuesta es ignorarla hasta que sea demasiado tarde. Si estás comprando una casa, alquilando un departamento, o incluso si estás pensando en tener una fiesta en tu patio, esta cobertura no es un lujo: es una necesidad. No la confundas con el seguro de auto o el de hogar: es algo distinto, y más básico de lo que crees. Lo que verás en las siguientes publicaciones son guías reales sobre cómo elegir la mejor cobertura, qué cláusulas revisar, y qué errores comunes te pueden dejar sin protección cuando más la necesitas.