Cláusulas abusivas: qué son, cómo detectarlas y proteger tu dinero en contratos inmobiliarios
Una cláusula abusiva, es una condición incluida en un contrato que beneficia desproporcionadamente a una parte, generalmente la empresa, y que perjudica al consumidor sin justificación legal. También conocida como cláusula desleal, es una práctica común en contratos de compra de viviendas, alquileres y financiamientos en Argentina, donde muchos compradores firman sin entender lo que aceptan. Estas cláusulas suelen estar escondidas en el minutero del contrato, escritas en letra pequeña o en lenguaje jurídico confuso, y muchas veces violan la Ley de Defensa del Consumidor. No son ilegales por sí mismas en el momento de firmar, pero sí son nulas desde el inicio, y puedes exigir su eliminación o anulación del contrato.
Las cláusulas abusivas, suelen aparecer en contratos de compraventa de propiedades, especialmente en viviendas en construcción o en pozos. Por ejemplo, una cláusula que dice que "el comprador renuncia a cualquier reclamo por retrasos en la entrega" es abusiva, porque el vendedor no puede eximirse de su responsabilidad legal por incumplimiento. Otra es exigir que el comprador pague gastos de notaría o inscripción cuando la ley dice que esos costos deben cubrirse por el vendedor. También son abusivas las que imponen multas desproporcionadas por pagos atrasados, o que obligan a usar un escribano o banco específico sin justificación. Estas prácticas no son raras: en 2024, la Procuraduría del Consumidor recibió más de 12.000 denuncias relacionadas con contratos inmobiliarios, y más del 60% incluían al menos una cláusula abusiva. Lo peor es que muchas personas no las reconocen hasta que ya es tarde, y pierden miles de dólares en multas, retrasos o incluso la propiedad.
La buena noticia es que la protección al comprador, está respaldada por la ley argentina y por sentencias de la Corte Suprema que anulan estas cláusulas automáticamente. No necesitas un abogado para empezar a actuar: si ves una cláusula que te obliga a renunciar a derechos, que no te da opciones razonables, o que carga todos los riesgos en tu bolsillo, ya tienes una señal de alerta. Revisa siempre el reglamento de copropiedad, las condiciones de financiamiento y los anexos del contrato. Si algo suena demasiado bueno para ser verdad —como "sin garantía de entrega" o "no se aceptan reclamos por defectos"—, probablemente sea una trampa. En los últimos años, los compradores que se informaron antes de firmar lograron anular cláusulas que les quitaban hasta un 30% del valor de su inversión. Lo que muchos no saben es que incluso después de firmar, puedes pedir la nulidad de esas cláusulas sin ir a juicio, solo con una carta formal a la empresa y copia a la Defensa del Consumidor.
En esta colección de artículos, encontrarás guías reales sobre cómo revisar contratos, qué cláusulas debes eliminar antes de firmar, cómo actuar si ya estás atrapado, y qué derechos tienes en cada etapa de la compra. También verás ejemplos concretos de cláusulas abusivas que han sido anuladas en Argentina, y cómo otros compradores lograron recuperar su dinero sin gastar en abogados. No te dejes engañar por el papel que firma. Tú tienes poder. Solo necesitas saber dónde mirar.