Si estás pensando en vender tu casa, departamento o terreno, no basta con poner un letrero en la puerta y esperar que lleguen ofertas. El momento en que decides vender puede marcar la diferencia entre cerrar la venta en tres semanas o tener que bajar el precio tres veces en seis meses. En Argentina, el mercado inmobiliario no sigue el ritmo de otros países. Las estaciones, los ciclos económicos y hasta los feriados largos influyen en quién compra y cuánto está dispuesto a pagar.
Primavera: la temporada más activa
De septiembre a noviembre es cuando más gente busca vivienda en Argentina. El clima mejora, los niños vuelven a la escuela después de las vacaciones de invierno, y las familias empiezan a pensar en mudanzas antes del final del año. Los compradores están más activos, los agentes inmobiliarios tienen más disponibilidad, y los bancos suelen tener más flexibilidad para aprobar créditos hipotecarios antes de que se cierren los plazos de financiamiento anuales.
En Rosario, por ejemplo, las visitas a propiedades aumentan un 40% entre octubre y noviembre en comparación con julio. Las ofertas suelen ser más cercanas al precio de lista, y las ventas se cierran en promedio 22 días después de publicar. Si tu propiedad está en buen estado, con una buena iluminación natural y sin reparaciones urgentes, esta es la ventana ideal para salir al mercado.
Verano: menos compradores, pero más motivados
De diciembre a febrero, la ciudad se vacía. Muchos argentinos se van de vacaciones, especialmente a la costa o al norte. A primera vista, parece mala época para vender. Pero aquí hay un detalle clave: quienes sí están buscando en verano son compradores serios. Son personas que ya decidieron mudarse, ya tienen el dinero disponible, y no quieren esperar hasta el año siguiente. A veces son inversores, expatriados que regresan, o familias que necesitan cambiar de casa por trabajo.
La ventaja es clara: menos competencia. Si tu propiedad está bien presentada, con fotos profesionales y un buen video, puedes atraer ofertas rápidas. El precio no necesariamente será más alto, pero sí más seguro. En verano, los compradores no negocian por gusto. Si ven una casa que les sirve, pagan. Y si no la ven, no vuelven hasta marzo.
El otoño: una oportunidad para quienes necesitan vender rápido
Marzo y abril son meses de transición. La actividad se desacelera, pero no se detiene. Aquí entran en juego dos factores: los que quieren mudarse antes de que suba el tipo de cambio, y los que tienen deudas o necesitan liquidez. Es también la época en que muchos dueños de propiedades que heredaron o compraron en épocas de inflación alta deciden vender para proteger su capital.
Si tu propiedad tiene algún problema técnico -como una instalación eléctrica vieja, techos con filtraciones o calefacción ineficiente-, el otoño puede ser tu mejor aliado. Los compradores en esta época están más dispuestos a negociar, y si haces las reparaciones básicas (que no necesitan ser caras), puedes aumentar tu valor de venta hasta un 12%. Un simple repintado, limpieza de cañerías y reemplazo de bombillas LED pueden marcar la diferencia en una visita.
Invierno: el momento de los precios bajos y las ofertas reales
De junio a agosto, el mercado se congela. Las visitas caen hasta un 60% en comparación con la primavera. Pero no porque no haya compradores, sino porque la mayoría espera. Sin embargo, hay un grupo que no espera: quienes están en crisis. Personas que perdieron su empleo, que necesitan pagar una deuda médica, o que están en proceso de divorcio. También hay inversores que compran en invierno para renovar y vender en primavera.
Si tienes que vender en invierno, no te desesperes. Lo que necesitas es estrategia. No subas el precio pensando que “alguien lo comprará”. Baja el precio un 5-8% respecto al valor de mercado real, y enfócate en presentación. Usa iluminación artificial para que las habitaciones parezcan más cálidas. Muestra el espacio como un hogar, no como un inmueble. Si tienes una chimenea, enciéndela. Si tienes una cocina moderna, deja un café recién hecho en la mesa. Estos detalles generan empatía, y la empatía mueve compradores en tiempos fríos.
Los feriados largos y las fechas clave
En Argentina, los feriados largos no son solo días de descanso. Son días de decisión. El puente de octubre, el de diciembre, el de mayo y el de julio son momentos en que las personas pasan más tiempo en casa, miran propiedades en línea, y toman decisiones. Muchos compradores hacen sus primeras búsquedas en línea durante esos días, y si tu propiedad aparece en las primeras páginas de las plataformas como Zonaprop o Properati, tienes una ventaja enorme.
Publica tu propiedad una semana antes de un puente largo. Así, cuando la gente tenga tiempo libre, ya la tengas visible. No esperes a que el feriado termine. Los compradores activos no esperan. Tú tampoco debes hacerlo.
El factor económico: inflación, tipo de cambio y créditos
La fecha del calendario no lo es todo. El contexto económico pesa más. Si el tipo de cambio sube fuerte en abril, muchos compradores que tenían ahorros en dólares se animan a entrar al mercado. Si el BCRA baja las tasas de interés, los créditos hipotecarios se vuelven más accesibles, y eso impulsa las ventas. Si el gobierno anuncia un plan de vivienda, como el de 2024 con subsidios para compradores de primera vivienda, el mercado se mueve en semanas.
En 2025, la mayoría de los compradores en Rosario y Córdoba prefieren pagar en pesos, pero con financiación a 10 años. Si tu propiedad está en un barrio con buena conectividad, escuelas y supermercados, y el precio está alineado con el valor de mercado real (no con lo que tú crees que vale), tendrás más opciones. No te dejes llevar por lo que te dicen los amigos o lo que viste en redes. Revisa los últimos 6 meses de ventas en tu calle. Si tres casas similares a la tuya se vendieron entre $85.000 y $92.000 el metro cuadrado, no pongas $100.000. Eso no te hará rico. Te hará esperar.
Lo que nunca debes hacer
- No subas el precio por capricho. Si no vende en 30 días, bájalo. No lo vuelvas a subir.
- No ignores las reparaciones pequeñas. Una puerta que chirría o un grifo que gotea generan desconfianza.
- No confíes solo en un agente. Pide al menos tres evaluaciones de valor de propiedades distintas.
- No vendas sin un contrato de compraventa revisado por un abogado. En Argentina, las cláusulas mal redactadas te pueden costar miles.
¿Cuándo es el mejor momento para vender en 2025?
Si no tienes urgencia, espera hasta mediados de septiembre. Ese es el momento en que el mercado se despierta, los compradores tienen ahorros actualizados, y los bancos abren las puertas para nuevos créditos. Si necesitas vender ahora, hazlo en julio o agosto, pero con un precio realista y una presentación impecable. Si estás en una situación crítica, vende en abril: hay más compradores con liquidez y menos competencia.
La clave no es esperar el “momento perfecto”. La clave es estar listo cuando llegue. Una propiedad bien presentada, con documentos en orden, y un precio ajustado al mercado, vende en cualquier estación. Lo que no vende no es porque no haya compradores. Lo que no vende es porque no está bien preparada.
¿Es mejor vender en primavera o en otoño en Argentina?
Primavera (septiembre-noviembre) es el mejor momento para vender si quieres el mayor número de compradores y posibles ofertas cercanas al precio de lista. Otoño (marzo-abril) es ideal si necesitas vender rápido y estás dispuesto a negociar un poco. En primavera, la competencia es mayor, pero también lo son las oportunidades. En otoño, hay menos compradores, pero los que están activos suelen tener más urgencia y menos tiempo para negociar.
¿Qué pasa si vendo en invierno?
Vender en invierno no es imposible, pero sí más difícil. Las visitas bajan, y muchos compradores esperan hasta la primavera. Sin embargo, si tu propiedad está en buen estado, con una buena presentación y un precio ajustado, puedes atraer a compradores serios: inversores, personas en crisis o quienes necesitan mudarse por trabajo. La clave es no sobrevalorarla. Una propiedad bien vendida en invierno puede cerrarse en menos de 45 días.
¿Debo hacer reparaciones antes de vender?
Sí, pero solo las necesarias. No gastes en remodelaciones caras. En su lugar, enfócate en lo que impacta en la primera impresión: pintura fresca, limpieza profunda, reparación de fugas, bombillas LED y orden. Un baño limpio y una cocina funcional pesan más que una cocina de lujo si está desordenada. Las reparaciones pequeñas pueden aumentar el valor percibido hasta un 12% sin que te cuesten más de $200.000.
¿Cuánto tiempo tarda en venderse una propiedad en Argentina?
En primavera, una propiedad bien presentada y correctamente preciada suele venderse en 20 a 30 días. En verano, puede tardar entre 30 y 50 días, pero las ofertas son más seguras. En invierno, el promedio sube a 60-90 días, aunque hay casos en que se vende en 15 días si el precio es realista. Lo que nunca se vende es lo que está sobrevalorado.
¿Qué documentos necesito para vender?
Necesitas: el título de propiedad (escritura), certificado de dominio actualizado, certificado de no deuda municipal, certificado de no deuda de servicios (agua, luz, gas), y el CUIT o CUIL del vendedor. Si la propiedad es de pareja, ambos deben firmar. Si es heredada, debes tener el testamento o la partición judicial. No intentes vender sin estos papeles. Los compradores serios los pedirán desde el principio.