Te mudas y de repente te das cuenta: no tenés conexión a internet ni llamadas. No es raro. Cada año, más de 1.2 millones de personas en Argentina cambian de domicilio, y casi la mitad se queda sin servicio por unos días. No es culpa de nadie, pero sí se puede evitar. Transferir tu servicio telefónico e internet al mudarte no es un trámite complicado, pero sí requiere planificación. Si lo haces bien, no pierdes ni un día de conexión. Si lo haces mal, te quedás sin WhatsApp, sin Zoom, sin Netflix, y sin forma de avisarle a nadie que llegaste.
Primero: no cortes el servicio antes de mudarte
La peor decisión que podés tomar es llamar a tu proveedor y pedir que cancelen tu servicio antes de que te mudes. Mucha gente lo hace por error, pensando que así evita pagar de más. Pero lo que realmente hacés es crear un agujero negro de conexión. Si tu nuevo hogar está en la misma ciudad, es casi seguro que podés transferir tu plan actual. No necesitás contratar uno nuevo. No necesitás pagar dos veces. Solo necesitás moverlo.
Los proveedores como Telecom, Claro, Movistar y Flow tienen sistemas específicos para esto. Se llama transferencia de servicio. No es una cancelación. No es una reinstalación. Es un traslado. Tu número de teléfono, tu plan de internet, tu contraseña, tu historial de pagos: todo se mantiene. Solo cambia la dirección física.
Qué necesitás antes de llamar
No llames al servicio al cliente sin tener estos datos listos. Si no los tenés, te van a hacer esperar 20 minutos mientras te preguntan cosas que ya deberías saber.
- El número de cliente o DNI asociado a la cuenta
- La dirección exacta de tu nuevo domicilio (con número de departamento, piso, si aplica)
- La fecha en que vas a mudarte (no la de hoy, la real)
- El tipo de conexión que tenés ahora (fibra óptica, ADSL, cable, DSL)
- El modelo de tu módem o router (lo encontrás en la parte de atrás)
Si no sabés tu número de cliente, entrá a tu cuenta online. Si no tenés cuenta, revisá tu último recibo. Está siempre en la parte superior. Si no tenés recibo, llamá y decí: "Quiero transferir mi servicio, pero no tengo el número de cliente". Te lo van a dar. No te vayas sin eso.
Transferir fibra óptica: lo que nadie te dice
Si tenés fibra óptica, la situación es un poco más delicada. No todas las calles tienen cableado. No todos los edificios tienen entrada para fibra. Por eso, antes de pedir la transferencia, verificá si en tu nuevo domicilio hay cobertura de fibra del mismo proveedor.
En Rosario, por ejemplo, Telecom tiene fibra en casi todos los barrios centrales, pero en zonas como La Florida o Villa Gobernador Gálvez, todavía hay muchos edificios que solo tienen ADSL o cable. Si tu nuevo lugar no tiene fibra, te van a ofrecer un plan alternativo. No lo rechacés sin preguntar: ¿cuánto más lento es? ¿Cuánto más cuesta? ¿Tiene el mismo límite de datos?
Si no hay fibra, pero sí cable, y vos querés mantener la misma velocidad, preguntá si podés cambiar tu módem. Algunos modelos son compatibles con ambas tecnologías. Si no lo son, el proveedor te lo cambia gratis. No aceptes que te cobren por un nuevo equipo.
¿Y el teléfono fijo? ¿Se mantiene el número?
Sí. El número de teléfono fijo se mantiene en la transferencia. No tenés que avisarle a tu jefe, a tu mamá, a tu médico que cambias de número. Es una de las ventajas más subestimadas. Si tenés un número de 15 años, no lo pierdas por un trámite mal hecho.
Si tu plan incluye llamadas ilimitadas, eso también se mantiene. Si tenés paquetes de minutos para celulares, también. Lo único que cambia es la dirección donde se instala el aparato. El resto sigue igual.
El día de la mudanza: qué pasa con el módem
Antes de irte de tu casa actual, desenchufá el módem. No lo tires. No lo guardes en una caja sin etiqueta. Ponelo en una bolsa plástica y lleválo contigo. El mismo módem que tenés ahora va a funcionar en tu nuevo hogar. Si lo dejás atrás, el proveedor va a tener que mandar otro. Y eso puede tardar hasta 72 horas.
En tu nueva casa, el técnico (si lo necesitás) va a llegar con un kit de instalación. Si ya tenés el módem, no lo van a traer. Si no lo tenés, te lo van a entregar. Pero si lo traés vos, el proceso es más rápido. Y si el técnico no llega el mismo día, podés conectarlo vos mismo. La mayoría de los módems modernos tienen un asistente de configuración por app. Solo tenés que escanear el código QR y listo.
Qué hacer si el proveedor no puede transferir
A veces, por motivos técnicos, no es posible transferir el servicio. Puede ser que el nuevo domicilio esté en una zona sin cobertura de tu proveedor actual. O que el edificio tenga un contrato exclusivo con otra compañía. En esos casos, tenés dos opciones.
La primera: cambiar de proveedor. No es lo ideal, pero es viable. En Argentina, hay más de 15 proveedores de internet residencial. Algunos, como Arnet, Netuno o CABLEVISION, tienen cobertura muy localizada. Usá el buscador de cobertura de cada uno. Meté tu nueva dirección y fijate qué ofrecen. No te fijes solo en el precio. Fijate en la velocidad real. Muchos anuncian "100 Mbps" pero entregan 40. Pedí un test de velocidad en el momento de la instalación.
La segunda: pedir una instalación temporal. Algunos proveedores ofrecen módems portátiles con datos ilimitados por 15 días. No son baratos, pero te salvan si tenés que trabajar desde casa o si tus hijos tienen clases virtuales. Es una solución de emergencia, no permanente. Pero es mejor que estar sin conexión.
Los errores más comunes (y cómo evitarlos)
Estos son los errores que veo una y otra vez, y que hacen que la gente se quede sin internet por días:
- Esperar hasta el último día. No esperes a la semana antes de mudarte. Llamá con al menos 10 días de anticipación. Así hay tiempo para resolver problemas.
- No confirmar la fecha de instalación. Si te dijeron que el técnico viene el 15, llamá el día 14 para confirmar. A veces se cancelan por lluvia, por falta de stock, por errores de agenda.
- No pedir comprobante. Siempre pedí un número de ticket o caso. Si después no tenés conexión, lo necesitás para reclamar.
- No verificar la factura después. A veces, el sistema sigue cobrando por tu vieja dirección. Revisá tu factura del mes siguiente. Si ves un cargo duplicado, llamá inmediatamente.
¿Cuánto cuesta transferir?
En la mayoría de los casos, transferir tu servicio es gratis. No hay cuota de instalación, no hay costo de cambio de dirección. Es parte del servicio. Si te cobran, preguntá por qué. Si te dicen que "es política de la empresa", pedí hablar con un supervisor. Eso no es cierto. En Argentina, la AFIP y la ENACOM regulan esto. No podés cobrarte por mover un servicio que ya estás pagando.
La única excepción es si tu nuevo domicilio requiere una obra nueva: por ejemplo, si no hay cableado de fibra y tenés que instalarlo desde la calle. En ese caso, el costo puede ir de $15.000 a $40.000, dependiendo del barrio. Pero eso no es una transferencia. Eso es una instalación nueva. Y en ese caso, tenés derecho a negociar. Muchos proveedores ofrecen descuentos si firmás un nuevo contrato de 12 o 24 meses.
Qué pasa si ya te mudaste y no tenés conexión
Si ya estás en tu nueva casa y no tenés internet ni teléfono, no entres en pánico. Primero, revisá si el módem está encendido. Si está, probá conectarlo con un cable Ethernet directo a tu notebook. Si no hay señal, es un problema de red. Si sí hay señal, es un problema de configuración.
Si no tenés módem, llamá al proveedor. Decí: "Ya me mudé y no tengo servicio. Mi antigua dirección era [dirección], la nueva es [dirección]. No recibí ningún técnico. Necesito ayuda urgente". Si te dicen que "no hay registro", pedí que te den el número de ticket de tu solicitud. Si no lo tienen, pedí que lo abran ahora. No te vayas sin un caso abierto.
Si no te responden en 24 horas, mandá un mensaje por la app del proveedor. Si no te responden en 48, llamá a la ENACOM. Sí, la autoridad de telecomunicaciones. El número es 133. Es gratuito. Te van a ayudar. No es un trámite complicado. Solo tenés que decir tu nombre, tu DNI, tu nueva dirección y que no tenés servicio.
Lo que no debés hacer
No contrates un nuevo plan mientras no confirmes que tu transferencia se hizo. Es un error común. Mucha gente piensa: "Si no me llega internet, mejor contrato otro para no perder tiempo". Pero si luego llega tu servicio original, te quedás con dos cuentas, dos facturas, y dos pagos. Y eso te puede salir caro.
No uses Wi-Fi de vecinos. No es legal. Y no es seguro. Si tenés que trabajar o estudiar, mejor pedí un plan temporal o un punto de acceso móvil. Es más barato de lo que creés. Un plan de 10 GB por 15 días cuesta unos $2.500. Vale la pena.
No confiés en el "te lo arreglamos después". Si no tenés conexión el día que te mudás, no esperes a que "alguien lo solucione". Actuá. Llamá. Pedí ayuda. No te quedes sin internet por un trámite que lleva 10 minutos de tu tiempo.