Protesta feminista en Argentina: historia, demandas y lucha por derechos
Protesta feminista, una forma colectiva de exigir justicia de género mediante manifestaciones, paros y acciones directas. También conocida como movimiento feminista de calle, es hoy una fuerza política que redefinió cómo se piensa el poder en Argentina. No es solo un grito en la plaza, es una estrategia que logró despenalizar el aborto, cambiar leyes de violencia de género y poner el salario igualitario en la agenda nacional.
La protesta feminista no nació ayer. En los años 90, las mujeres ya se reunían en círculos para denunciar el silencio ante los femicidios. Pero fue en 2015, con el grito de «Ni una menos», que se convirtió en un fenómeno masivo. Ese año, más de 200 mil personas salieron a las calles de Buenos Aires. No pedían favores. Pedían que se cumpliera la ley. Que se investigara cada muerte. Que se castigara a los agresores. Y que el Estado dejara de mirar para otro lado. Desde entonces, cada 8 de marzo, el país se paraliza. Las escuelas, los hospitales, los comercios: vacíos. Porque la violencia de género, el conjunto de actos que buscan controlar, humillar o dañar a las mujeres por su condición de género no es un problema privado. Es un problema de Estado.
Las derechos de las mujeres, garantías legales y sociales que aseguran la igualdad de oportunidades, seguridad y autonomía para las personas de género femenino no se regalan. Se ganan con pancartas, con gritos, con paros de 24 horas, con mujeres que se niegan a callar. En Argentina, la protesta feminista logró que el Estado financie refugios, que se capacite a la policía para atender casos de abuso, y que se reconozca el trabajo doméstico como trabajo real. Pero aún queda mucho: el 40% de las mujeres sigue sufriendo violencia, el 27% gana menos que un hombre por la misma tarea, y los femicidios siguen siendo noticia diaria.
Lo que ves en las manifestaciones no es caos. Es organización. Son madres que llevan fotos de sus hijas asesinadas, son estudiantes que reparten folletos sobre derechos sexuales, son obreras que salen de sus turnos para marchar. No es un grupo de activistas. Es el 70% de la población femenina que ya no aguanta más. Y si buscas entender por qué Argentina es uno de los países más avanzados en derechos de género en Latinoamérica, no mires solo las leyes. Mira las calles. Mira las protestas feministas. Porque ahí, en el ruido, en el color, en el abrazo colectivo, se construye el futuro.
