Peluca: qué es, qué significa y por qué aparece en movimientos sociales
peluca, una prenda que va más allá de la estética y se convierte en herramienta de expresión política y cultural. Also known as pelo postizo, it ha sido usada desde siglos atrás no solo para cubrir la calvicie, sino para desafiar normas, burlarse del poder y construir identidades colectivas. En Argentina, donde la política se vive en la calle y en la ropa, la peluca no es un detalle menor. Es un acto. Un símbolo. Una forma de decir: "aquí estoy, y no me callo".
La peluca como símbolo político aparece cuando las personas quieren romper con lo establecido. En las protestas feministas, por ejemplo, algunas usan pelucas de colores vivos para reivindicar el cuerpo como territorio de lucha. En el teatro de calle, actores con pelucas exageradas representan a políticos corruptos, transformando el ridículo en arma. Y en los movimientos obreros, las pelucas de abuelas que trabajaron toda la vida se convierten en homenajes silenciosos. No es casualidad que en los artículos que siguen, la peluca aparezca ligada al sombrero rosa, al atuendo americano o a los símbolos de ropa revolucionaria: todas son prendas que hablan sin palabras.
Lo interesante es que la peluca no necesita ser cara ni elegante para tener poder. Una peluca de plástico, comprada en un kiosco, puede valer más que un traje de seda si lleva un mensaje. En Argentina, donde la inflación te roba el sueldo pero no tu voz, la peluca se vuelve un recurso accesible de resistencia. Y eso lo saben bien quienes escribieron sobre el código de vestimenta laboral, la ropa de los revolucionarios americanos o el uso de símbolos en la moda. Todos ellos te muestran lo mismo: lo que llevas puesto no es solo lo que usas, es lo que eliges ser.
Lo que encontrarás aquí no son solo historias de moda. Son relatos de quienes usaron una peluca para gritar sin gritar, para recordar sin llorar, para desafiar sin armas. Desde el simbolismo de la ropa en las revoluciones hasta las normas que intentan controlar tu cuerpo, todo está conectado. Y si alguna vez te preguntaste por qué alguien se pone una peluca naranja en una marcha, ahora ya sabes: no es por estética. Es por memoria. Es por dignidad. Es por decir: "aún estamos aquí".