Compra de propiedades en pozo: qué debes saber antes de firmar
Cuando hablamos de compra de propiedades en pozo, una forma de adquirir terrenos con acceso a agua subterránea, común en zonas rurales y periurbanas de Argentina. Also known as adquisición de pozos, it no es solo comprar tierra, sino comprar una fuente de vida que puede ser legal, ilegal o simplemente inexistente. Mucha gente piensa que si el terreno tiene un pozo, ya tiene agua. Pero en Argentina, hay casos reales de personas que pagaron decenas de miles de dólares por un pozo que no tenía ni un litro de agua, o que estaba sobre un terreno con títulos falsos.
El pozo, una estructura para extraer agua del acuífero, puede ser legal si tiene permiso de la autoridad provincial y está inscripto en el catastro hídrico. Pero si no tiene ese permiso, no importa cuán profundo sea: no es tuyo. Y si el dueño anterior no lo declaró, tú puedes terminar pagando multas, siendo obligado a taparlo, o hasta enfrentando denuncias por uso indebido de recursos hídricos. Por eso, antes de firmar cualquier contrato, necesitas saber: ¿este pozo está registrado? ¿Cuánta agua realmente produce? ¿Quién lo construyó y con qué permisos?
El contrato inmobiliario, el documento legal que sella la compra, debe incluir cláusulas específicas que protejan al comprador de fraudes, mentiras y sorpresas. No basta con decir "el pozo está incluido". Debe decir: "el pozo tiene permiso de extracción N° XXX, emitido por la Dirección de Recursos Hídricos de la provincia de [nombre], con caudal medido de X litros por minuto, verificado por un ingeniero hidráulico el día [fecha]". Si no está así, no firmes. También debe incluir una cláusula que diga: "Si el pozo no produce agua suficiente para uso doméstico y riego, el vendedor devolverá el 100% del pago". Eso no es exageración: es lo mínimo que debes exigir.
Y no olvides el derecho del comprador, que en Argentina está protegido por la Ley de Defensa del Consumidor y por normas provinciales sobre uso del agua. Tienes derecho a pedir informes técnicos, a que te muestren los planos del pozo, a que te firmen un certificado de agua, y a retractarte si te engañan. Muchos vendedores aprovechan que el comprador no sabe nada de pozos, y te venden un agujero en el suelo como si fuera un tesoro. No te dejes llevar por la emoción. Pide prueba. Pide documentos. Pide tiempo. Si te presionan, es señal de que algo no anda bien.
Lo que encontrarás en esta colección no son consejos genéricos. Son guías reales, escritas por personas que han pasado por esto: desde cómo leer un informe hidrológico, hasta qué cláusulas incluir en tu contrato, qué preguntarle al escribano, y cómo evitar que te roben con un pozo que no existe. Estos artículos no te van a vender una solución mágica. Te van a dar las herramientas para no caer en la trampa.