Inmunidad: cómo fortalecer el sistema inmunitario de forma inteligente (guía 2025)

- septiembre 10, 2025
- Tomás Illanes
- 0 Comentarios
No existe un escudo perfecto contra los virus. Pero sí podés bajar tu riesgo de enfermarte seguido, acortar la duración de los resfríos y evitar complicaciones con decisiones simples y consistentes. La promesa real no es “no enfermarse nunca”, sino ganar margen: menos días en cama, más energía y mejor recuperación.
Lo digo como padre en Rosario: cuando Hugo trae del cole lo que circule ese mes, se nota quién llega con reservas y quién no. Las defensas no se compran en un frasco. Se construyen con sueño, comida de verdad, movimiento, vacunas al día y algo que subestimamos: manejar el estrés. Y sí, los suplementos pueden ayudar… cuando están bien elegidos y en su momento justo.
Expectativa honesta: vas a lograr mejoras claras si atacás lo básico de forma sostenida durante 4-8 semanas. No hay “súper alimento” que reemplace el descanso ni hay megadosis “milagrosas”. La idea es apoyar tu inmunidad con cabeza, usando lo que hoy tiene mejor evidencia.
TL;DR: qué funciona y qué no
Si sólo querés lo esencial para actuar hoy, acá va:
- Dormí 7-9 horas reales, con horario consistente. El déficit de sueño duplica el riesgo de infecciones respiratorias (datos de estudios prospectivos en adultos sanos).
- Vacunas al día según Calendario Nacional (influenza anual, COVID-19 refuerzos según riesgo, antineumocócica en mayores y grupos). Confirmalo con el Ministerio de Salud o tu centro de salud.
- Movimiento: 150-300 minutos/semana de actividad aeróbica moderada + 2 días de fuerza. La curva “J” del ejercicio es real: moderado protege; exceso intenso sin recuperación aumenta infecciones.
- Proteína diaria: 1-1,2 g/kg de peso (más si entrenás), frutas/verduras 5 porciones, grasas buenas (pescado, aceite de oliva, nueces) y fibra 25-35 g/día.
- Estrategia de estrés: respiración 4-7-8, pausas, contacto social. El estrés crónico desregula la inflamación y te deja más expuesto.
- Suplementos con evidencia puntual: vitamina D si tenés déficit o poca exposición al sol; zinc a inicio de resfrío por pocos días; probióticos específicos para prevenir infecciones en entornos de alta exposición. Evitá megadosis de vitamina C.
- Higiene y aire: lavado de manos, no compartir mate en picos virales, ventilar y filtrar el aire en interiores, eliminar humedad.
Fuentes principales: OMS/OPS; Ministerio de Salud de la Nación (calendarios y recomendaciones 2024); revisiones Cochrane sobre vitamina C y zinc; American College of Sports Medicine sobre ejercicio y riesgo de infecciones.
Plan paso a paso para apoyar tu sistema inmunitario
Objetivo: pasar de “sé lo que debería hacer” a “lo hago casi todos los días”. Te propongo un plan de 4 semanas, simple y escalable.
-
Semana 1: Sueño y ritmo
- Horario fijo: acostarte y levantarte con una ventana de 30 minutos, también el fin de semana.
- Recorte de pantallas: apagá pantallas 60 minutos antes. Si no se puede, activá filtro nocturno y bajá brillo.
- Habitación: oscura, 18-20 °C, sin ruido. En Rosario, la humedad pega: usá deshumidificador si superás 60% durante la noche.
- Mate y café: limitá cafeína 8 horas antes de dormir. Cambiá el mate nocturno por carqueja o tilo.
- Meta: 7+ horas de sueño medido 5 días de 7. Si ahora dormís 5-6 h, subí 15 minutos cada 3-4 noches.
-
Semana 2: Comida que construye defensas
- Proteína: 1-1,2 g/kg/día. Ejemplo 75 kg → 75-90 g. Repartí en 3-4 comidas. Fuentes locales fáciles: huevo, yogur natural, pollo, atún/sardina en lata, lentejas, garbanzos.
- Plato 50/25/25: medio plato verduras variadas (crudas y cocidas), 25% proteína, 25% carbohidrato integral (arroz integral, papa, batata, maíz, quinoa).
- Colores diarios: al menos 3 colores de frutas/verduras. En invierno frío rosarino: cítricos (naranja, mandarina), brócoli, zanahoria, remolacha, cebolla.
- Grasas antiinflamatorias: 2-3 porciones/día. Aceite de oliva, palta, nueces/almendras. Pescado azul 1-2 veces/semana.
- Hidratación: 30-35 ml/kg/día. Si tenés fiebre o entrenás, subí 500-1000 ml extra.
- Alcohol y defensas: si vas a tomar, 0-2 tragos, no diario. Evitá “atracones”: bajan función inmune y sueño.
-
Semana 3: Movimiento que suma, no que resta
- Aeróbico: 5×30 minutos moderado (caminar rápido por la costa del Paraná, bici, trote suave). Podés fraccionar en 3×10 minutos si vas justo de tiempo.
- Fuerza: 2 días cuerpo completo (sentadillas, empujes, tracciones, bisagra de cadera). 2-3 series por ejercicio, 8-12 repeticiones, sin llegar al fallo extremo.
- Alerta “curva J”: si estás en semana de cargas altas (correr largo, crossfit exigente), agregá 1 siesta corta o 30-60 minutos extra de sueño y subí carbohidratos. Si no dormís, bajá intensidad.
- Pausa activa laboral: 3 bloques de 5 minutos/día (movilidad de columna, estiramientos de cadera, 20 sentadillas). Reducir sedentarismo también protege.
-
Semana 4: Estrés, aire y vacunas
- Respirar para frenar: 3 veces al día, 2 minutos, patrón 4-7-8 o coherencia (5-6 respiraciones/minuto). Notás el cambio en 1 semana.
- Social y sol: 2 encuentros sociales breves/semana y 15-20 minutos de luz solar matinal. El contacto humano amortigua cortisol.
- Aire interior: ventilá 10 minutos a la mañana y a la noche. Si podés, medí CO₂; si supera 1000 ppm, abrí. Filtrar con purificador HEPA si convive alguien resfriado.
- Calendario de vacunas: chequeá influenza anual, refuerzo COVID-19 según riesgo (mayores de 50, comorbilidades, personal de salud), antineumocócica si corresponde, y esquema infantil. Fuente: Ministerio de Salud de la Nación. En picos de dengue, seguí indicaciones locales y repelente en horarios del Aedes aegypti.
- Higiene cotidiana: lavá manos 20 segundos, toser al pliegue, no compartas mate en temporada de bronquiolitis o cuando haya casos en casa. Desinfectá superficies de alto contacto.
Decisión de suplementos (árbol simple):
- ¿Dormís menos de 7 h, comés pobre en proteínas/colores y estás estresado? Primero corregí eso. Ningún suplemento compensa esas brechas.
- ¿Poca exposición solar, piel morena, invierno o déficit previo? Considerá vitamina D (ver tabla) y pedí análisis cuando puedas.
- ¿Primeras 24 h de un resfrío? Zinc de liberación lenta puede acortar el cuadro si no tenés contraindicaciones.
- ¿Diarreas frecuentes o antibióticos? Un probiótico con cepas específicas ayuda a prevenir/recuperar.

Ejemplos, herramientas y tablas útiles
Para que esto aterrice en el día a día, te comparto ejemplos probados en casa y con lectores.
Un día “defensas en mente” (Rosario, semana laboral):
- Mañana: salgo 10 minutos al balcón a tomar sol suave mientras caliento agua para el mate. Desayuno yogur natural con avena, nueces y rodajas de naranja. Respiro 2 minutos 4-7-8 antes del primer mail.
- Mediodía: caminata de 25-30 minutos hasta la costanera o vueltas a la manzana si pinta lluvia. Almuerzo ensalada grande (lechuga, zanahoria, remolacha, cebolla morada), pechuga o lentejas, y papa o arroz integral. Agua.
- Tarde: pausa de movilidad de 5 minutos. Si tengo entrenamiento de fuerza, sumo 45 minutos con básicos. Merienda fruta (manzana) y puñado de almendras.
- Noche: cena simple (sardinas con tomate y pan de masa madre o tortilla de espinaca). Pantallas fuera a las 22.30. Lectura de 10 páginas. A dormir 23.00-23.15.
Lista de compras “defensas” (semana tipo):
- Proteínas: huevos, yogur natural, pollo, atún/sardinas, lentejas, garbanzos.
- Verduras/frutas: brócoli, zanahoria, cebolla, tomate, hojas verdes, naranja, mandarina, manzana, banana.
- Grasas buenas: aceite de oliva, palta, nueces/almendras.
- Extras útiles: avena, arroz integral, pan de masa madre, especias (ajo, cúrcuma, pimienta), infusiones sin cafeína.
Checklist semanal (5 minutos):
- ¿Dormí 7-9 h al menos 5 noches?
- ¿Hice 150 min de actividad moderada y 2 sesiones de fuerza?
- ¿Comí 5 colores de plantas distintos y 1 g/kg de proteína?
- ¿Tengo vacunas al día según mi grupo?
- ¿Ventilé la casa todos los días y controlé humedad?
- ¿Tuve 2 pequeños momentos de desconexión/respiración por día?
Tabla de suplementos: qué dice la evidencia (2025)
Suplemento | Uso típico | Dosis orientativa | Evidencia | Para quién | Riesgos/notas |
---|---|---|---|---|---|
Vitamina D | Defensas y huesos | 800-2000 UI/día (chequear 25(OH)D si podés) | Buena para prevenir infecciones respiratorias en quienes tienen déficit; neutra si niveles adecuados (revisiones 2021-2023) | Baja exposición solar, piel morena, adultos mayores, invierno | No exceder 4000 UI/d sin control. Cuidado si cálculos renales o hipercalcemia |
Zinc | Acortar resfrío si se inicia temprano | 9-24 mg/8h de gluconato o acetato, máx. 3-5 días | Señales de reducción de duración si se inicia primeras 24 h (Cochrane). No como preventivo crónico | Adultos sin contraindicaciones, inicio de síntomas | Náuseas, sabor metálico. Uso crónico alto puede causar déficit de cobre |
Vitamina C | Prevención/recuperación | 200-500 mg/día en dieta pobre; 1 g/día en esfuerzo extremo | No previene resfríos en población general; acorta levemente en deportistas de alta exigencia | Dietas bajas en frutas/verduras o atletas en cargas altas | Dosis altas pueden causar molestias GI y aumentar riesgo de cálculos en predispuestos |
Probióticos | Prevenir infecciones respiratorias leves; microbiota | Según cepa (ej. Lactobacillus rhamnosus GG 1×10^10 UFC/d) | Algunas cepas reducen incidencia/días de resfrío en niños y adultos en contacto intensivo | Niños en jardín/escuela, personal de salud, tras antibióticos | Elegir producto con cepa y dosis claras. Evitar en inmunocomprometidos severos sin control médico |
Equinácea / saúco | Inicio de resfríos | Según extracto estandarizado, por 5-7 días | Evidencia mixta; posible beneficio modesto si se inicia muy temprano | Quien tolere y quiera probar con expectativas realistas | Reacciones alérgicas en sensibles. No usar como preventivo crónico |
Omega‑3 | Inflamación sistémica | 1-2 g/d de EPA+DHA | Bueno para salud cardiometabólica; no específico para infecciones, pero útil si dieta es pobre en pescado | Dietas bajas en pescado | Puede aumentar tiempo de sangrado a dosis altas; consultar si tomás anticoagulantes |
Notas de evidencia: vitamina D (revisiones y metaanálisis 2021-2023), zinc y vitamina C (Cochrane 2021-2022), probióticos (revisiones 2019-2023), ejercicio y riesgo de infecciones (ACSM, guías 2021), vacunas (Ministerio de Salud, OMS/OPS).
Herramientas simples:
- Regla 2×2×2: 2 litros de agua, 2 porciones de fruta, 2 de verdura al día.
- Semáforo del esfuerzo: si dormiste mal (+ dolor de garganta leve), entrená suave o caminá; si hay fiebre o dolor en el pecho, reposo y médico.
- Termómetro del estrés: si te sorprendes con los hombros tensos 3 veces al día, 2 minutos de respiración antes de responder mails.
- Kit anti-invierno: pañuelos, spray nasal salino, té sin cafeína, sopa, paracetamol/ibuprofeno (si lo usás, con indicación), zinc si decidís usarlo, miel para la tos (mayores de 1 año).
Mini‑FAQ y próximos pasos
¿Sirve la vitamina C para no resfriarme? En población general, no previene. Puede acortar ligeramente la duración en deportistas de alta exigencia o en climas extremos. Prioridad: frutas y verduras; suplementar sólo si tu dieta es pobre o estás en cargas altas.
¿El zinc es “mano de santo”? No. Puede ayudar si lo tomás en las primeras 24 horas de síntomas, por pocos días. No lo uses crónico; puede bajar el cobre y traer problemas.
¿Probióticos sí o no? Depende de la cepa y el contexto. Hay evidencia de menos días de resfrío en niños/jardín y personal de salud con cepas específicas. Elegí productos con cepas y dosis claras.
¿Sauna, duchas frías, “baños de hielo”? Mejoran bienestar y recuperación en algunas personas, pero la evidencia para prevenir infecciones es limitada. Úsalos como complemento, no como base.
¿Ayuno intermitente ayuda a las defensas? Puede mejorar marcadores metabólicos si te sobra grasa visceral, lo que a largo plazo ayuda. Pero en temporada de virus, ayunos muy largos + entrenamiento duro sin dormir bien te juegan en contra.
¿Es malo compartir el mate? En picos virales y con chicos en casa, sí aumenta el riesgo de contagio. Organización simple: cada uno con su mate o turnos con bombilla lavada/agua muy caliente.
¿Analgésicos “tapan” la respuesta immune? Usados correctamente para fiebre/dolor, están bien. No uses de forma preventiva ni encima de la dosis. Si hay fiebre alta persistente, consulta médica.
¿Qué análisis me pido? Si sos sano, no hace falta “panel inmune”. Si tenés infecciones recurrentes, hablá con tu médica/o. Útiles según caso: hemograma (linfocitos), 25(OH) vitamina D, ferritina, HbA1c si hay sospecha metabólica.
¿Qué hago si vivo con alguien resfriado? Aire y tiempo: ventilá 3-4 veces al día, uso de purificador si tenés, lavado de manos, vasos/toallas separados, dormir en cuartos distintos si hay fiebre y tos. Salina nasal para todos.
Próximos pasos por persona
- Padres con peques (mi equipo, con Hugo): rutina de sueño estable para todos, menú repetible (lunes lentejas, miércoles pollo), probiótico escolar 8-12 semanas en otoño/invierno si te viene funcionando, mate no compartido cuando haya mocos dando vueltas.
- Mayores de 60: fuerza 2-3 veces/semana, proteína 1,2 g/kg, chequeo de vitamina D y vacunas (influenza, COVID según riesgo, neumococo). Paseos diarios al sol.
- Deportistas: cuidá la curva J: subí carbohidratos y sueño en semanas duras, evita ayunos largos post-entreno, vitamina C sólo si hacés cargas muy altas.
- Autoinmunes o inmunocomprometidos: no sumes suplementos sin tu equipo médico. Priorizá vacunas recomendadas, higiene, sueño y nutrición suave en brotes.
- Metabólico (resistencia a la insulina, sobrepeso): foco en fuerza y paso a paso con alimentos reales. Mejorar glucosa estabiliza la inflamación y tu respuesta.
Errores comunes que veo en Rosario (y que yo también hice):
- Querer “tapar” el cansancio con café y suplementos en vez de dormir.
- Picar harinas y dulces todo el día: energía corta, inflamación larga.
- Entrenar fuerte con fiebre o dolor en el pecho: no negocies ahí.
- No ventilar por frío: 10 minutos de ventana abierta cambian el aire sin congelarte.
- Postergar vacunas “porque esta vez zafé”: cuando duele es tarde.
Si algo no mejora: infecciones recurrentes (6+ resfríos al año en adultos, otitis/sinusitis repetidas, fiebre prolongada), pérdida de peso no explicada, sudoración nocturna, cansancio extremo que no cede con sueño → pedí turno. Una evaluación clínica vale oro.
Y un recordatorio final, sin slogans: lo que protege no se ve en un posteo. Se ve en tu viernes a la noche cuando decís “ya fue, a dormir”. Ahí es donde, semana a semana, se construyen tus defensas.
Escribir un comentario