Seguro inmobiliario: qué cubre, qué no y cómo elegirlo en Argentina

El seguro inmobiliario, una protección legal y financiera para tu vivienda y sus contenidos contra daños imprevistos. También conocido como seguro de hogar, es algo que muchos compran por obligación, pero pocos entienden realmente. No es solo un papel que te piden en la notaría. Es tu red de seguridad si se quema tu cocina, te roban la tele, se inunda el piso de abajo o cae un árbol sobre tu techo. Y aunque suene básico, la mayoría no sabe qué incluye ni qué deja afuera.

El seguro inmobiliario, una cobertura que protege tanto la estructura del inmueble como los bienes personales dentro de él. También conocido como seguro de hogar, es algo que muchos compran por obligación, pero pocos entienden realmente. No es solo un papel que te piden en la notaría. Es tu red de seguridad si se quema tu cocina, te roban la tele, se inunda el piso de abajo o cae un árbol sobre tu techo. Y aunque suene básico, la mayoría no sabe qué incluye ni qué deja afuera.

La póliza de contenido del hogar, la parte del seguro que cubre tus muebles, electrodomésticos, ropa, joyas y otros bienes personales. También conocido como cobertura de contenido, es donde más gente se lleva sorpresas. Muchos creen que si se incendia el edificio, el seguro les reemplaza todo. Pero si no declaraste tu tele de 50 pulgadas o tu colección de vinilos, ni te la pagan. Y si tu seguro solo cubre "daños por incendio", no te va a pagar por una inundación por una cañería rota. Eso es otro tipo de cobertura, y muchas veces cuesta extra. El protección de bienes, el conjunto de acciones y cláusulas que garantizan el valor real de tus objetos dentro de la vivienda. También conocido como seguros inmobiliarios, no es lo mismo que asegurar la pared. Es asegurar lo que hay dentro, y eso requiere inventario, fotos y, sobre todo, leer el contrato antes de firmar.

En Argentina, donde la inflación mueve los precios de todo, un seguro mal elegido puede terminar siendo una ilusión. Si tu cobertura de contenido está fijada en pesos y tu tele valía $800.000 hace un año, hoy podría costar $2 millones. ¿Te van a pagar lo que valía o lo que vale? La mayoría de las compañías pagan por valor de reposición, pero solo si lo especificaste en el contrato. Y si no lo especificaste, te pagan lo que dicen que vale, no lo que tú sabes que vale.

Algunos creen que si viven en un barrio cerrado, no necesitan seguro. Pero un robo dentro de tu departamento no lo impide la cerca ni la vigilancia. Otros piensan que el seguro de la propiedad horizontal lo cubre todo. No es cierto. El seguro del edificio cubre la estructura, las escaleras, el ascensor. Lo tuyo, dentro de tu puerta, es responsabilidad tuya. Y si no lo aseguras, cuando se cae el techo por una tormenta, tú pagas el nuevo living.

Lo que sí te van a pedir en la compraventa es una póliza de responsabilidad civil. Eso cubre si tu lavarropas se inunda y le arruina el piso al de abajo. Pero no te cubre si se te cae el televisor y se rompe. Eso es otro tema. Y si no lo entiendes, te quedas sin nada.

En la lista que sigue, encontrás guías reales sobre cómo calcular el valor de tu contenido, qué cláusulas ignorar, qué coberturas sí valen la pena y cómo reclamar sin que te echen la culpa. No son teorías. Son experiencias de gente que ya pasó por eso. Y si estás pensando en comprar, alquilar o incluso vender una propiedad, esto no es un extra. Es parte de la cuenta final.

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